¿Quién vive más, los que comen carne o los que no?

  • De los muchos factores que determinan la longevidad, pocos han sido tan estudiados y debatidos como la dieta

¿Quién vive más, los que comen carne o los que no?

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Las dietas vegetariana y vegana han atraído en los últimos años a un gran número de personas, también en consecuencia del apoyo, más o menos explícito, de varias celebridades, del aumento de la sensibilidad medioambiental, de una cierta sobreexposición mediática y de los presuntos beneficios para la salud. En este sentido, una de las preguntas clave es: ¿con cuál de las dietas se puede vivir más tiempo? Y vivir bien, no sólo batir un récord de longevidad.

La esperanza de una larga vida depende de la combinación de nuestros genes y de las condiciones de nuestro entorno: donde y cómo vivimos. En estudios que involucran gemelos idénticos, se ha estimado que no más del 30 por ciento de esta influencia procede de nuestros genes, lo que significa que el entorno es el factor clave y de los muchos factores a tener en cuentas, pocos han sido tan estudiados y debatidos como la dieta.

Los peligros del abuso de carne roja

Se estima que en el mundo la población que no come ni carne ni pescado sea de unos 400 millones. Luego están los que proponen una dieta compuesta por un 70% de alimentos vegetales y un 30% de origen animal y los que, como los Reduceterianos, proponen comer menos carne, pero de calidad. El Ministerio de Agricultura estima que el consumo medio per cápita de carne en España es de 51 kilos al año. Unos 139 gramos al día.

En 2015, la IARC, la Organización Internacional para la Investigación sobre el Cáncer alertó al mundo sobre el peligro procedente de la carne roja, al haber encontrado una relación entre este alimento y la aparición de tumores colorrectales. Después de las críticas y los elogios recibidos en igual medida, la organización aclaró el alcance real del problema.

Según la IARC una porción de 50 gramos de carne procesada consumida cada día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. La misma organización también ha explicado que el aumento de la vulnerabilidad a patologías como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, detectado por algunos estudios en relación con el consumo de carne, no se debe al alimento en sí, sino a los métodos de conservación y a ciertas prácticas de cocción.

Para estudios, los colores

Un estudio de la Universidad de Loma Linda (EE.UU.) ha controlado la alimentación de casi 100.000 estadounidenses durante cinco años y ha encontrado que las personas que no comían carne eran menos propensas a morir - por cualquier causa - durante el período de estudio que las que sí comían carne. El efecto era especialmente notable en los hombres. Algunos meta-análisis, que combinan y re-analizan datos de varios estudios, también han concluido que una dieta baja en carne está asociada con una mayor longevidad.

Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo. Algunos trabajos muestran muy poca o incluso ninguna diferencia en la longevidad entre los consumidores de carne y los que no. Una amplia investigación que apareció en la revista American Journal of Clinical Nutrition ha analizado a más de 60.000 personas durante un período de veinte años, entrevistándoles sobre sus hábitos alimenticios al inicio del estudio y, luego, a distancia de 5, 10 y 15 años.

La conclusión de los autores fue que no existen diferencias significativas en la mortalidad global entre vegetarianos, veganos y omnívoros. También la Universidad de Oxford sostiene que ambos grupos tienen la misma esperanza de vida, pero con la condición de que el consumo de carne sea moderado, lo que confirma que el sentido común de la abuela es propio también de las universidades más prestigiosas.

La investigación inglesa observó que vegetarianos y veganos, en comparación con los que consumían carne cinco o más veces a la semana, veían reducida a la mitad la mortalidad por cáncer de páncreas y del sistema linfático. Aquellos que consumían carne con moderación tenían un riesgo de muerte por cáncer de páncreas y enfermedades respiratorias inferior en un 30-45% al grupo de los ‘carnívoros’. Respecto a los otros tipos de cáncer, vegetarianos y veganos tenían un un 10% menos de riesgo de mortalidad en comparación con los otros grupos.

Una respuesta complicada de encontrar

La (ya) larga vida humana hace que sea muy difícil realizar estudios que midan el efecto de cualquier elemento sobre la longevidad. Además, encontrar un vínculo entre dos hechos - como comer carne y una muerte prematura - no significa necesariamente que uno sea causa del otro. Puede parecer que el vegetarianismo y la longevidad estén relacionados, pero una variable diferente podría explicar el vínculo. Podría ser, por ejemplo, que los vegetarianos, en general, practiquen más ejercicio físico, fumen menos o beban menos alcohol.

Llegados a este punto, se le debe una disculpa al lector, ya que la enorme cantidad de estudios y encuestas realizadas por diferentes universidades del planeta no aclara la cuestión. La parafernalia argumentativa de los varios bandos es amplia y bien estructurada, pero no del todo concluyente. Sigue válida la sugerencia de recurrir a todas las categorías de nutrientes, apostando por la alternancia alimentar. Variedad, medida y sentido común siguen siendo la piedra angular de la dieta que de verdad hace bien.

Fuente: http://ow.ly/fnsx309TiLQ

Categoría: GENERAL Martes 14 de Marzo del 2017