El sorprendente efecto para la salud de comer un 20% menos

Atreverse a rebajar las calorías consumidas de manera drástica a partir de los cuarenta puede llevarte a prolongar tus años de vida. Dicho beneficio se potencia aún más si la ingesta de alimentos se realiza entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde. Tan sorprendentes enunciados derivan de los hallazgos científicos que se han publicado recientemente.

No son pocos los estudios que han demostrado que las restricciones en el consumo de calorías son fundamentales para la mejora de la salud de los individuos. Dentro de los análisis de laboratorio, las pruebas hasta ahora eran concluyentes en experimentos efectuados sobre animales como gusanos, moscas y roedores. Los resultados, sin embargo, no eran definitivos por lo que respecta a la especie más parecida a nosotros: los simios.

Un reciente trabajo publicado en la revista 'Nature' desvela los muy interesantes efectos de la reducción de calorías sobre una raza particular de monos, el así llamado Macaco Rhesus.

Reducir calorías provoca que el cuerpo use la energía que adquiere de los alimentos de manera distinta, volviéndose más resistente

El estudio parte, al mismo tiempo, de dos investigaciones anteriores efectuadas sobre estos primates, llevadas a cabo desde el National Institute of Aging (NIA) y la Universidad de Wisconsin Madison, que originalmente eran contradictorias entre sí en muchos aspectos.

Los autores de sendos trabajos han decidido poner en común los resultados obtenidos. Por suerte para nosotros, parece ser que las conclusiones de la Universidad de Wisconsin, que aseguraban grandes mejoras para la salud gracias a esta costumbre alimenticia, se imponen a los resultados que negaban tal hecho, según el NIA.

Nuevos descubrimientos

¿Por qué son tan importantes estos análisis?, Porque el mono Rhesus comparte con nuestra especie un 93% del genoma, así como numerosos aspectos de anatomía, fisiología, neurología, endocrinología e inmunología.

Por otra parte, los monos Rhesus tienen una esperanza de vida de décadas y su envejecimiento es similar al de los seres humanos en términos como el cambio en el color del pelo, la redistribución de la grasa corporal o la pérdida de tono muscular. Los problemas clínicos que aparecen en estos simios en edad avanzada son también parecidos a los nuestros: diabetes, deterioro cognitivo, cáncer y osteoporosis forman parte de sus cuadros.

El régimen aplicado a los simios consiguió que llegaran a vivir dos años más. El equivalente humano a seis años más de vida

La colaboradora del proyecto, Rozalyn Anderson, asegura, en declaraciones al diario ‘Daily Mail’, que “reducir calorías retrasa el envejecimiento, probablemente porque el cuerpo utiliza la energía que adquiere de los alimentos de manera diferente, volviéndose al final más resistente. Enfocando los problemas de salud desde el punto de vista del envejecimiento podemos, en vez de combatir el cáncer o las enfermedades cardiovasculares por separado, manejar el espectro completo de todas estas afecciones de manera simultánea”.

Importante destacar que los efectos beneficiosos de esta práctica aparecían solo en los simios de mediana edad, sin existir beneficios específicos cuando las particulares dietas se aplicaban sobre aquellos animales más jóvenes.

¿Qué porcentaje de calorías habría que reducir? En un principio se pensaba que habría que llegar al 30%. Pero parece que esta cifra podría ser mucho menor: “Basta quizás con una pequeña rebaja en la ingesta de alimentos”, afirma Anderson.

Una familia de Rhesus. Los sujetos de estos experimentos. (iStock)

Una familia de Rhesus. Los sujetos de estos experimentos. (iStock)

Cenar mucho antes

En el estudio de la Universidad de Wisconsin de 2009 se incidía además sobre un importante factor a tener en cuenta: comer entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde mejoraba también la salud de los simios así como sus condiciones de envejecimiento.

En artículos anteriores hemos hablado de los increíbles efectos para la salud derivados de que la última comida del día se lleve a cabo pronto. En concreto, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Luisiana se atrevía a anticipar el momento de la cena a una hora tan intempestiva como las dos de la tarde.

Los beneficios saludables de limitar las horas de las comidas se traducían en la prevención de enfermedades de consecuencias funestas, como el cáncer, la demencia senil o la diabetes. El régimen aplicado a los monos en dicho trabajo consiguió que entre los horarios reducidos y la rebaja de las calorías estos llegaran a a vivir dos años más en comparación con la media de 26 años característica de los Rhesus (algunos animales de los experimentos todavía están vivos y han llegado a alcanzar los 43). El equivalente traducido a la longevidad humana sería, ni más ni menos un total de 6 años más de vida.

Reformular la dieta

Estas investigaciones se unen a las conclusiones de otros trabajos desarrollados por instituciones como la Universidad de Southern California. Desde este organismo se asegura que seguir una dieta de cuatro días en la que se elimine la mitad de calorías ingeridas hace que los riesgos de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares sean mucho menores.

Lo que comes y cómo comes afecta a cómo envejeces

Se trata, sin lugar a dudas, de propuestas que invitan a reflexionar sobre la necesidad de reprogramar el cuerpo a través de los alimentos, de manera que, a través de una correcta dieta, este envejezca de manera mucho más lenta.

El famoso dicho “eres lo que comes” podría, en definitiva, cambiarse por lo que Anderson afirmaba al ‘Wisconsin State Journal’: “Lo que comes y cómo comes afecta a cómo envejeces”.

Fuente: http://ow.ly/gwud309f28G

Categoría: GENERAL Miércoles 22 de Febrero del 2017