Iglesias quiere conservar la facultad de convocar a las bases frente a la “burocracia” de Errejón

El líder de Podemos, Pablo Iglesias.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias. Víctor Lerena Efe

"Este documento defiende proteger la democracia directa en Podemos frente a cualquier tendencia burocratizadora y, por ello, entiende que el principio de participación debe estar por encima del principio de representación". Con este argumento, expresado en la propuesta organizativa para el próximo congreso de Podemos, Pablo Iglesias defiende preservar su facultad como secretario general para convocar consultas a las bases. Se trata de una prerrogativa que el líder del partido tiene ahora —y que Iglesias utilizó por última vez para consultar las reglas del congreso— que Íñigo Errejón quiere que pierda. "Solo los partidos de la Restauración temen los referéndums y la participación", alega el equipo de Iglesias en su propuesta de estatutos, en la que sí asumen la cláusula antifusión planteada por el número dos.

Iglesias quiere mantener su competencia para convocar unilateralmente a las bases, una de las facultades más relevantes del secretario general, que Errejón considera que debe perder. Según la propuesta organizativa del número dos, conocida el domingo, el líder no podría convocar consultas si no tiene el acuerdo de la dirección. Errejón apuesta porque sea el máximo órgano de dirección, el Consejo Ciudadano, al que le corresponda convocar consultas a la militancia, por mayoría simple, así como los propios inscritos si superan un número de firmas determinado.

El secretario político y sus afines quieren evitar que Iglesias use esa competencia para llevar a cabo "plebiscitos" y ganar todas sus posiciones aunque no tenga mayoría en los órganos. "Proponemos primar la participación frente a la representación: democracia directa. Tanto el CCE (Consejo Ciudadano Estatal, como el SG (secretario general), los círculos y los inscritos pueden llamar a la participación de los inscritos y convocar consultas", contraargumentan los pablistas en el resumen ejecutivo de su propuesta de estatutos.

La propuesta organizativa del equipo del líder asume, por otro lado, la cláusula antifusiones que pedía Íñigo Errejón. Según esta, cualquier integración de Podemos con otra fuerza debe ser aprobada por dos tercios de las bases del partido, lo que supondría más de 300.000 votos a favor con el censo actual. Iglesias la acepta y la refuerza: además de dos tercios de las bases, una eventual fusión requeriría ser aprobada por dos tercios de los círculos activos. Errejón logra así su propósito: dificultar al máximo una integración orgánica con Izquierda Unida, aunque tanto Iglesias como el líder de IU, Alberto Garzón, negaron el domingo pretender una integración de sus formaciones.

Iglesias dará además libertad a las organizaciones autonómicas y municipales de Podemos para decidir cómo concurren a las elecciones en 2019, tal y como ha adelantado EL PAÍS. Su documento organizativo establece que son las asambleas ciudadanas (autonómicas y municipales) “las que deben decidir las estrategias y las fórmulas de confluencia social o alianzas programáticas adecuadas para concurrir a los diferentes procesos electorales en 2019”. Esto es, las bases de cada uno de los territorios.

Los estatutos actuales de Podemos establecen que las asambleas territoriales autonómicas deciden las alianzas, pero siempre que no contravengan a la asamblea estatal. Y este órgano definió los acuerdos preelectorales de los comicios de 2015 porque estableció, en el congreso de Vistalegre 1, que Podemos se presentaría solo, sin coaliciones, a las elecciones autonómicas, salvo excepciones, como se hizo en el caso catalán y el gallego. En el caso de las municipales, Vistalegre 1 decidió que Podemos no concurría con su marca a los comicios.

El equipo del líder apuesta por limitar los cargos en Podemos a uno interno y otro externo, y por permitir revocatorios también para los cargos públicos del partido.

Fuente: http://ow.ly/NVle308fXYb

Categoría: ACTUALIDAD Lunes 23 de Enero del 2017