Llega la 'cushionmanía': pros y contras del maquillaje más 'trendy'

Sentimos ser los culpables de traerte a la cabeza el machacón 'jingle' (del que te acordarás aunque no tengas niños, ni sobrinos, ni conocidos menores de ocho años) que publicitaba el regalo estrella de hace tres Navidades: el cojín molón, de tacto supersuave y que se iluminaba al tocarlo. Pero es que no hay mejor símil para referirse a las nuevas bases de maquillaje que invaden el mercado: los 'cushion make up', que dejan la piel aterciopelada, llena de luz y que están arrasando en España. Testadas durante casi ocho años en Corea (la nueva meca 'beauty'), estas almohadillas impregnadas en 'fond de teint' han llegado (¡por fin!) a Europa para quedarse. Te damos las razones por las que deberías probarlas, si todavía no lo has hecho, y los contras, que también los tienen.

Los pros

1. Su aplicación es fácil y rápida. ¿No eres mañosa? ¿Te levantas cinco minutos antes de salir corriendo al trabajo? Pues este fondo de maquillaje es el tuyo. Con una sola pasada y en menos de 20 segundos, a base de ligeros toques, conseguirás el efecto buena cara gracias a su homogeneidad.

Estas almohadillas impregnadas en 'fond de teint' (Foto: Lancôme)

Estas almohadillas impregnadas en 'fond de teint' (Foto: Lancôme)

2. Permiten modular la cobertura. Todo dependerá del tipo de esponjilla, si es muy absorbente o menos, y de la densidad del producto, pero en la mayoría de los casos, estas bases te permiten un acabado ligero o denso. 

3. Son fórmulas 360. Incorporan ingredientes hidratantes y fotoprotectores, así que si vas con mucha prisa, hasta podrás saltarte (por un día) esos dos pasos del ritual de belleza e ir a lo práctico, una vez limpia la piel.

4. Permiten el retoque. A medida que va pasando el día, esa bonita tez uniforme empieza a dar señales de cansancio. El aire acondicionado, o la calefacción, y la grasa hacen su trabajo (para mal). Afortunadamente, puedes aplicarte una nueva capa de maquillaje sobre tu rostro sin necesidad de retirar el que tenías puesto.

5. Fácil de transportar. A diferencia de una base convencional, llevar este estuche con forma de polvera allí donde vayas es posible, pues no se ve afectado por los vaivenes de un neceser en el bolso (y, por tanto, mantiene la fórmula inalterable, ya que los ingredientes no se disgregan ni se corrompen con el calor y el movimiento) y ocupa poco sitio.

Los contras

1. Se termina antes. Si la almohadilla no tiene un sistema de filtrado (y no todos lo tienen), absorbe mucha cantidad de producto. ¿Consecuencias? Gotea, se desperdicia más y se termina mucho antes que los maquillajes en envases tradicionales.

2. Exige ciertos cuidados. Hay que seguir una escrupulosa higiene del aplicador, si no quieres que las bacterias proliferen en tu piel. Lo mejor, elige un jabón neutro y agua templada, escurre la esponjilla sin retorcerla y deja que se seque al aire libre. 

3. No resulta barato. Suele tener, más o menos, el mismo precio que los maquillajes en bote de las mismas firmas, pero se consume mucho antes y contiene menos cantidad. Aunque es cierto que después de una primera inversión, con el estuche incluido, solo necesitas comprar el recambio, que viene a ser un 20% más barato.

4. Es más efímero. No suelen ser de larga duración, por lo que, para tener una piel ideal hay que retocarse dos o tres veces al día. 

5. Cuidado con el tipo de piel. Si la tienes sensible, asegúrate de que el material con el que está fabricada la almohadilla no es demasiado rugoso, pues puede irritar un poco. Las de poliuretano suelen ser más suaves que las de fibras.

1. Nude Cushion Fundation, de Isadora. Ideal por su acabado de 'no maquillaje' (34,95 euros y disponible en Douglas); 2. Teint Idole Ultra Cushion, de Lancôme (41,50 euros); 3. Nude Magique Cushion, de L’Oréal Paris (15,95 euros); 4. Le Cushion Encre de Peau, de YSL (58,80 euros); y 5. CC Cream Cushion System, de Kiko (15,90 euros).

Fuente: http://ow.ly/5jnL305BaEZ

Categoría: GENERAL Jueves 27 de Octubre del 2016