Es necesario tener en cuenta una serie de factores para un correcto control del peso corporal. Por eso en la siguiente entrada se informa de los datos a tener en cuenta para un correcto seguimiento.

Cuando nos pesamos en las farmacias, generalmente prestamos atención a estos parámetros: peso, masa de grasa, masa sin grasa e IMC (índice de masa corporal). He de decir que no son los datos más importantes a tener en cuenta por varios motivos:

• Peso: este dato contiene la suma de los kilogramos de grasa, músculo, hueso y tejido visceral (órganos, piel, etc). Ahora hago una pregunta: ¿Una persona que disminuye 3 kg de grasa, pero los gana de músculo (conserva el mismo peso) tendrá la misma composición corporal? ¿Deberá sentirse frustrada por haber realizado ejercicio y no ha disminuido su peso? Esta persona tendrá una imagen mucho más definida y deberá sentirse bien además de estar mucho más en forma. Por tanto, al peso no debemos de  darle excesiva importancia, sino más bien a la masa grasa y muscular de nuestro cuerpo.
• Masa de grasa (cantidad de grasa acumulada en nuestro organismo) y masa sin grasa (músculo, huesos, órganos…). Estos datos de la farmacia son calculados por fórmulas escasamente precisas, con un margen de error muy alto, lo que puede llevar a la confusión y muchas veces a la frustración.
• El IMC (masa/estatura2) debe ser tratado como parámetro evaluador de la obesidad. En adultos (25-34 años) se establece un intervalo de 18-25 kg/m2 como saludable, mientras que un valor superior indica sobrepeso. Si supera 30 se habla de obesidad leve y por encima de 40 obesidad mórbida. Por cada 10 años más del intervalo adulta, se suma un valor más, es decir, una persona con 50 años y un IMC  de 26 entra dentro de lo normal.(Cejuela Anta, R. 2008).

Valores de IMC según la OMS

El gran problema del IMC reside en que no tiene en cuenta los componentes grasos y no grasos. Por tanto, como se muestra en la siguiente imágen, estas dos personas tienen la misma estatura y peso, por tanto igual IMC, aunque su porcentaje graso, muscular e imágen física no se parecen en nada.

¿Entonces?

Existe otro sistema de medición más exacto llamado antropometría en el que mediante una serie de mediciones y ecuaciones de regresión, podemos determinar de forma bastante precisa la composición corporal del sujeto (masa muscular, grasa, ósea y visceral: órganos, sangre y resíduos).

La antropometría tiene muchas ventajas sobre el IMC: permite detectar el estado de forma del deportista con los valores de músculo y grasa, y además compararlo con otros deportistas del mismo deporte e incluso detectar futuros talentos.

Conocer y comparar el porcentaje de grasa y músculo, permite observar si estamos cumpliendo los objetivos de forma más precisa. Por ejemplo, una persona de peso 70 kg no observa cambios en su peso a lo largo de los dos meses. En cambio, el antropometrista observa en el informe antropométrico una perdida de 3kg de grasa, y un aumento muscular de 3 kg. La persona habrá cambiado su aspecto físico, su estado de forma y debe ser consciente del gran progreso.

Aquí os dejo un resumen de mis datos tras acabar la temporada de triatlón.

Datos antropometría Javier

Como conclusión Entrenar para Vivir aconseja vigilar el Indice de Masa Corporal en personas que entrenan para la salud, comparándolo con los datos de la OMS (arriba expuestos). En cambio, para el rendimiento o un mayor control, los expertos utilizan la antropometría, medida por un profesional titulado que te informará y guiará el entrenamiento acorde a los resultados. Entrenar para Vivir sigue esa línea.

Fuente: https://entrenarparavivir.wordpress.com/2013/08/09/la-importancia-de-nuestro-peso/