Así mejora tu cuerpo si dejas el tabaco

El tabaco nos sale caro a todos. A fumadores y a no fumadores. El tabaquismo le cuesta a las arcas del Estado nada menos que 8.000 millones de euros anuales en cuidados médicos a enfermos con patologías ligadas al tabaco, medicamentos y subsidios por enfermedad o discapacidad. Además, hay unos costes sociales y laborales del tabaco que ascienden a unos 6.000 millones de euros por pérdidas de productividad.

Son cifras del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), una institución que agrupa a más de 40 sociedades científicas y asociaciones profesionales del ámbito sanitario español. Teniendo en cuenta que las comunidades autónomas recaudan por impuestos sobre el tabaco unos 4.000 millones de euros, las cifras no cuadran: el tabaquismo le cuesta al Estado alrededor de 10.000 millones de euros anuales.

Prevenir para vivir. «El tabaquismo es el problema sanitario que causa mayor mortalidad y morbilidad en España y el que provoca un coste sanitario y social más elevado en nuestro sistema de salud», advierte la cardióloga Regina Dalmau, presidenta de la CNPT. ¿La solución? «Bastaría poner más esfuerzo en prevenir que los jóvenes no adquiriesen el hábito y abordar a los fumadores para que lo dejasen», explica.

El tabaquismo le cuesta a las arcas del estado 8.000millones de euros anuales.

La estrategia parece sencilla, pero no lo es, pese a todos los datos que se acumulan en contra del tabaco. Porque los datos y las evidencias científicas sobre los daños que produce el tabaco a la salud son abrumadores: una de cada siete muertes en individuos mayores de 35 años en España es atribuible al consumo de tabaco, y, aunque no fallezcan, los fumadores tienen muchísimas más posiblidades de sufrir ocho enfermedades que empeoran notablemente su calidad de vida antes de acabar con ella:

Cáncer de pulmón. Es la primera causa de muerte por cáncer en el mundo en varones y está creciendo entre las mujeres. El tabaco es el reponsable de entre el 85 y el 90 por ciento de los cánceres de pulmón en varones y de entre el 57 y el 80 por ciento de los casos en mujeres.

Tumores en boca, laringe y esófago. Ocho de cada diez de estos tumores guardan relación con el tabaquismo, por los carcinógenos del tabaco y el daño celular que produce su combustión. Cánceres de vejiga y uréter. Los casos de cáncer en el tracto urinario son entre dos y cinco veces más comunes entre los fumadores, pues las sustancias nocivas del tabaco son expulsadas por ahí, produciéndose una acumulación nociva de toxinas.

Otros cánceres. La incidencia de cáncer de páncreas es cuatro veces mayor en fumadores. El tabaco también hace aumentar la incidencia de los cánceres gástricos, de hígado, colorrectal, de cérvix, de vulva y de pene. El cáncer de mama es un 16 por ciento más frecuente en las fumadoras habituales y los casos de leucemia mieloide aguda son un por ciento más habituales en fumadores.

Hipertensión arterial. Es más frecuente en fumadores crónicos de más de 15 cigarrillos al día. El hábito crónico también acelera la ateroesclerosis.

Ictus e infarto de miocardio. El tabaco favorece la aparición de fenómenos trombóticos, produce disfunción endotelial y modifica el perfil lipídico, reduciendo el colesterol bueno (HDL) y aumentando el colesterol malo. Eso hace que el riesgo de sufrir un ictus o un infarto de miocardio sea de dos a tres veces superior en fumadores.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Incluso por exposición pasiva, el tabaco es el principal factor causal de la EPOC. La mortalidad por esta causa es 14 veces superior entre los fumadores. El tabaco produce una lesión inflamatoria crónica sobre las vías respiratorias que causa su progresivo deterioro, lo que acaba derivando en bronquitis crónica o enfisema pulmonar.

Arteriopatía periférica. El tabaco agrava los síntomas de todas estas enfermedades asociadas.

El humo ciega... tus oídos

El humo ciega... tus oídos

«El hábito tabáquico hace que cada fumador pierda, de media, diez años de vida respecto a un no fumador, otros tantos de vida saludable. Y lo que es aún más dramático –explica la doctora Regina Dalmau–, casi la mitad de los fumadores morirá por una causa relacionada con su hábito nocivo».

Dejar de fumar no es fácil. Apenas un 5 por ciento de aquellos que lo intentan sin ayuda del médico lo consiguen. Pero los beneficios para la salud de hacerlo son indudables. Se notan apenas unas horas después de haberlo dejado, y 15 años después de hacerlo el cuerpo vuelve a estar como nuevo. Sin rastro de tabaco. ¿Te animas?

Cómo reacciona el organismo después de...

  • 2 horas. Desaparece la nicotina de la sangre y los niveles de monóxido de carbono sevuelven normales, pero los síntomas del mono se vuelven más fuertes: mal humor, dolor de cabeza...
  • 3 días. La tensión arterial y la frecuencia cardiaca se regularizan en las personas con cardiopatías, aunque la abstinencia hará que no te puedas concentrar en nada.
  • 1 semana. Desaparece la tos y la asfixia cuando realizas esfuerzos intensos y el mono empieza a dar una tregua: la ansiedad no se ha ido del todo, pero cada vez es más débil.
  • 8 semanas. Disminuyen las infecciones respiratorias, ya que los cilios de los bronquios vuelven a impedir la entrada de gérmenes. También se reduce la dependencia psíquica.
  • 6 meses. Buenas noticias: lo peor del proceso ya ha pasado. Casi no existe la dependencia psíquica y la circulación y la función respiratoria vuelven a tener un estado más que aceptable.
  • 1 años. Las estadísticas empiezan a estar a tu favor: el riesgo de padecer una enfermedad coronaria ya es un 50 por ciento menor que en las personas que aún siguen fumando.
  • 5 años. ¡Enhorabuena! A estas alturasya seha reducido a la mitad el riesgo de padecer algunostipos de cáncer asociados altabaco, como el de boca, garganta, esófago y vejiga.
  • 10 años. El riesgo de padecer cáncer de pulmón es la mitad del que tenías cuando fumabas. Además, también disminuye la probabilidad de cáncer de páncreas y de laringe.
  • 15 años. Te sentirás como si nunca en tu vida hubieras fumado. El riesgo de padecer una enfermedad cardiaca es el mismo que el de una persona sana.

Los efectos del 'mono':

  1. Tienes más hambre. Es un efecto de la ansiedad, pero la ganancia de peso se puede evitar no tomando alimentos hipercalóricos.
  2. Vas a engordar. Lo normal es ganar de tres a cuatro kilos, pero esa no es una excusa válida. Con dieta sana, mucha agua y algo de ejercicio, el peso volverá pronto a la normalidad.
  3. Tienes más ansiedad. Frente a ella, el ejercicio es el mejor remedio: camina 30 minutos al día a buen ritmo. Seguro que la reduces.
  4. Sufrirás insomnio. Si empieza a ser un problema, acude al médico, pero antes prueba con el deporte y la relajación: en nueve de cada diez casos funciona.
  5. Te sentirás impulsivo. Evita las actividades que tengas asociadas al tabaco. Si la tentación te invade, ponte a hacer otra cosa.
  6. Sentirás cambios de humor. El mal humor se apoderará de ti al principio, pero poco a poco recuperarás el estado normal.
  7. Te costará concentrarte. El despiste es normal en los primeros días, pero se pasa.
  8. Fuente: http://www.mujerhoy.com/vivir/salud/201608/25/mejora-cuerpo-dejas-tabaco-20160825114427.html

Categoría: GENERAL Domingo 4 de Septiembre del 2016