Cuatro hoteles que son casas donde te encantaría quedarte a vivir

Estos hoteles o B&B se hacen llamar casas y con razón porque nos encantaría quedarnos a vivir en ellos, con ese amor profundo por los detalles, ese aire doméstico, esos rincones y sus paisajes. Aquí también se puede decir eso de hogar dulce hogar. Desde Cantabria a Barcelona pasando por Almería hasta llegar a Cádiz, nos alojamos entre paredes con mucho que decir, de historia, diseño, artesanía... No podíamos pedir más.

Casona de Quintana, lujo del siglo XVIII

Estamos en la cornisa cantábrica y se nota. Nos hemos adentrado en tierras cántabras y hemos llegado hasta una casa que es casona de las típicas típicas, de las que hacen las delicias del viajero que busca debajo (y detrás) de la piedras el encanto. Casona de Quintana ha sido restaurada por dos anticuarios de profesión hasta convertirla en el hotel que es. Un alojamiento con sábanas de algodón egipcio, carta de almohadas, velas por doquier y productos de la cosmética natural de L’Occitane, que todo cuenta, y en un terreno de 6.000 metros ajardinados con manzanos, cerezos, castaños…

Esta casona y el norte te protegerán del calor

Esta casona y el norte te protegerán del calor

Te gustará: desayunar en La Terraza, tomar el aire y el sol en una de sus tumbonas junto a sus piedras centenarias, leer un libro a la sombra de un nogal y observar las estrellas a la luz de las velas. ¿Romántico yo?

Dónde está: Sitio del Castillo, 11. Quintana de Soba (Cantabria). En el valle de Soba, junto al Parque Natural de Los Collados del Asón, un entorno idílico.

Precio: desde 100 euros.

El plan es tumbarte aquí, junto a estos muros centenarios

El plan es tumbarte aquí, junto a estos muros centenarios

Casa La Siesta, una finca en el mágico Vejer

Así es por fuera Casa La Siesta

Así es por fuera Casa La Siesta

No podía ser más rural y al tiempo más seductora con ese encanto tan del sur. Ya nos gustaba el nombre antes de llegar y la sensación de caer en un refugio en medio del Cádiz que se vuelve una fiesta en pleno verano, tan cerca de Tarifa, de Bolonia, Barbate y los Caños de Meca. Casa La Siesta tiene nueve habitaciones ni más ni menos, cada una de ellas diseñada a su manera con antigüedades traídas de variopintos rincones europeos, y todas con vistas.

Te gustará: la piscina de 17 metros, los caballos y la gastronomía que viene de su huerta o del mar, a tan solo 12 kilómetros, regada con los vinos del vecino Jerez.

Dónde está: Los Parralejos s/n. Vejer de la Frontera (Cádiz). En pleno campo y a solo cinco minutos de este bello pueblo.

Precio: desde 242 euros.

El bello y verde entorno de Casa La Siesta

El bello y verde entorno de Casa La Siesta

Casa La Bonita, a las puertas de Cabo de Gata

En la puerta de entrada al maravilloso Cabo de Gata, antes de que Las Negras y la Isleta del Moro hagan de las suyas encandilándonos, se encuentra esta casa que no necesita abuela porque se llama La Bonita y hace honor a los pueblos blancos del azul mediterráneo. Es un B&B al que hay que añadir otra B, la de 'boutique', más la de su nombre propio. De puertas adentro hay mucha artesanía local y mucho diseño: por ejemplo, lámparas Petlamps, maceteros de West Elm o una mesa de roble del estudio Buenos Días. Tiene una suite y tres habitaciones dobles y una cocina para uso común de los huéspedes.

La Bonita está muy integrada en el paisaje almeriense

La Bonita está muy integrada en el paisaje almeriense

Te gustará: la azotea solárium con zona 'chill out', el salón con biblioteca y las dos terrazas que rodean la casa y la comunican con la piscina.

Dónde está: en Agua Amarga, dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en Almería.

Precio: desde 110 euros.

Blanca por fuera y por dentro, así es La Bonita

Blanca por fuera y por dentro, así es La Bonita

Casa Mathilda, en Barcelona tenía que ser

Esta casa, que en realidad es un hotel 'bed & breakfast' sobrado de encanto, lleva el sello de la interiorista Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco, que la ha llenado del espíritu posmodernista de los pisos del Ensanche barcelonés. Casa Mathilda ocupa el piso principal de una finca de principios del siglo XX, de la que por cierto se conservan muchos elementos originales. Hablamos de los suelos en madera de roble, los picaportes de latón, las altísimas puertas con vidrieras y las molduras de los techos que ahora son marcos de espejos y estanterías, que casan bien con las baldosas hidráulicas de nueva hornada y el mobiliario 'vintage'. Todo es muy relajado -los tonos pastel ayudan- y sin estridencias. Cuenta con 14 habitaciones, algunas con acceso a la terraza, y otras cuatro con zona 'chill out' para familias; cocina de uso común (los huéspedes pueden preparar sus propias cenas) y patio interior.

Una habitación de Casa Mathilda

Una habitación de Casa Mathilda

Te gustará: su apuesta por la racionalidad y la sobriedad de la decoración, y los desayunos que prepara su propietaria (Assumpta Baldó).

Dónde está: C/ Roger de Llúria, 125-127. Barcelona. Entre la Pedrera y la Sagrada Familia.

Precio: desde 93 euros.

La terraza de Casa Mathilda

La terraza de Casa Mathilda

Fuente: http://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/2016-07-28/hoteles-casa-la-bonita-casa-mathilda-casona-de-quintana-casa-la-siesta_1239204/

Categoría: OCIO Domingo 31 de Julio del 2016