López Simón corta dos orejas en la alternativa de Varea en Nimes

Jornada de alternativas en Nîmes. Si esta mañana fue la de Ginés Marín, por la tarde le tocó el turno a Varea con una actuación técnica y de mando (más poder que estética) ante un noble toro de Juan Pedro Domecq. Pinchó varias veces y el doctorado se saldó con una ovación.

A continuación, tuvo Manzanares que sobreponerse a dos factores: las rachas de viento y la sosería de su adversario. Pudo con ambos elementos, aunque lo más impecable de su actuación fue la estocada a recibir, algo trasera, pero de enorme eficacia que le granjeó una oreja como premio. Con el cuarto, hubo aún menos toro: ante un Juan Pedro inválido, Manzanares no pudo sino justificarse.

A López Simón le funcionan las muñecas como a un reloj suizo la maquinaria. Toda su tauromaquia reposa en las extremidades superiores, pues las inferiores las ancla en la arena y no hay fuerza, ni animal ni humana, que le haga rectificar la posición. Su faena al tercer Juan Pedro (otro ejemplar de nobleza almibarada) terminó con tintes ojedistas, literalmente entre los pitones. El fallo a espadas le privó de cortar una oreja. El quinto, rozando la invalidez ya de salida, terminó por romperse la mano delantera en el último tercio, por lo que López Simón quedó inédito ante el monumental enfado del Coliseo. Pidió el torero de Barajas el sobrero y, esta vez sí, armó la revolución. Y así, con él roto, pasándose al toro a milímetros, poniendo toda la emoción de la que había carecido la tarde, cortó dos orejas.

Varea aprovechó el buen ambiente dejado por Simón y recibió al sexto de rodillas. En la faena de muleta anduvo relajado y con las ideas claras desde el primer pase. Torero de muletazo largo, rematando por detrás de la cadera... hasta que el ejemplar de Juan Pedro, también escaso de fuerza, doblegó. Pinchazo, estocada y ovación como balance final.

JUAN PEDRO DOMECQ | José María Manzanares, López Simón y Varea

Coliseo de Nimes. Domingo, 15 de mayo de 2016. Vespertina. Quinta de feria. Casi lleno. Toros de Juan Pedro Domecq. José María Manzanares, de berenjena y oro, oreja tras aviso y silencio. López Simón, de azul rey y oro, silencio tras aviso, silencio y dos orejas en el sobrero que regaló. Varea, de blanco y oro con cabos negros, ovación con saludos en su lote.

Fuente:  http://www.elmundo.es/cultura/2016/05/15/5738c8b246163f71438b463c.html

Categoría: GENERAL Lunes 16 de Mayo del 2016